Una vez adquirido cualquier sistema de señalización digital, el paso siguiente es asegurarse que el contenido sea coherente y esté bien diseñado.
Sin embargo, los usuarios de cartelería digital en puestos laborales suelen pasar por alto algunos aspectos cuando dan este paso y cargan contenido sin tener en cuenta el formato, la cantidad o las necesidades del lugar. El resultado en la mayoría de los casos es un desastre.
La forma de remediar este problema radica en pensar como un gerente de marca, como aquellos que usan al digital signage como medio para llegar a sus clientes. Ellos saben, por ejemplo, que es un error mostrar un montón de mensajes descoordinados, y que lo mejor es contar con una estrategia bien articulada y consolidada en el tiempo.
Debe ser memorable
Los buenos anuncios tienen esto en común: la gente los memoriza aún después de años. Por eso el mensaje debe resonar. Por ejemplo, en lugar de publicar un mensaje de seguridad aburrido, es preferible incluir la foto de un niño que le da la bienvenida al padre cuando regresa a casa.
También puede facilitar el análisis de gráficos con un sistema interactivo que conecte los distintos puntos y muestre las soluciones proyectadas.
Por otro lado, puede servir además para informar sobre actividades de la empresa. Por ejemplo, una campaña de la marca para la reducción de residuos, que a la vez se podría vincular a los esfuerzos de la comunidad para reducir las tasas de vertido y el calentamiento global.